La educación en España ha sufrido numerosas críticas a lo largo de los años debido a cuestiones de contenidos, asignaturas, organización, etc. Sin embargo, pocos son conscientes de que el Ministerio de Educación lleva ya varios años intentando reformar la Ley Educativa con el fin de crear un sistema educativo de calidad y al que todos podamos acceder.
Debido a esto, este curso 2022-2023 ha entrado en vigor la nueva ley de educación, la LOMLOE
(Ley Orgánica de Modificación de la LOE). Esta ley surgió con motivo de modificar la anterior para así mejorar su calidad y sus resultados.
Una problemática de esta ley, es que los profesores se han visto obligados a preparar sus programaciones didácticas con muy poco tiempo, de hecho algunos siguen desarrollándolas hoy por hoy, ya que todo lo referente a contenidos, competencias y demás no ha estado detallado hasta hace poco. Otro problema sería que el currículo que recoge los contenidos de las materias es cada vez más amplio. Con cada intento de mejora en la educación añadimos más y más contenidos, haciendo imposible enseñar todo al milímetro.
Aunque ya os hablé de la LOMLOE en otra de mis entradas anteriores, solo os narré una pequeña introducción. Algo que me gustaría destacar en este otro post son las competencias.
La actual ley evalúa competencias, es decir, el alumno puede no haber superado el examen, pero si ha adquirido las competencias que se especifican en el currículo, merece aprobar la asignatura y pasar de curso. Esto es algo muy interesante, ya que el alumno puede haber tenido un mal momento el día del examen y no haberlo realizado de la mejor forma, pero sabemos que ha adquirido las competencias esperadas después de observar su progreso día tras día.
Este es un aspecto de lo más interesante, aunque tendremos que esperar para ver si surte efecto, ya que la LOMLOE acaba de ponerse en práctica, es pronto para juzgarla o alabarla.
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